Planes de Retiro y Seguros para mejorar tu vida
Existen varios tipos de seguros que pueden ayudarte a enfrentar diversas dificultades. A continuación, te decimos de cuáles se trata.
En México, no hay una cultura sobre contratar protecciones para el futuro. Según el Inegi y la Profeco, el 28 por ciento de las personas cree que contratar un seguro es muy caro. El 26 por ciento no sabe cómo funciona y el 23 por ciento considera que no lo necesita.
Sin embargo, contratar una póliza permite a las personas cuidar su patrimonio y a sus seres queridos. Lo mejor de todo es que las agencias adaptan sus esquemas a las necesidades de sus clientes.
En el mercado abundan seguros de vida o contra accidentes. Incluso, algunos se venden a bajo costo. Por ello, están al alcance de cualquier persona.
Si estás interesado en cuidar tu patrimonio y a tus seres queridos, debes conocer los tipos de seguros que hay para ti.
Ya sea que busques algo para protegerte a ti, a tus bienes o a tu familia, hay varios tipos de seguros que puedes contratar. Los principales son:
De vida. Son para proteger el futuro financiero de tus seres queridos. La suma asegurada que la agencia y tú acuerden se entregará a tus beneficiarios cuando fallezcas. ¿Te desmotiva que no recibirás un beneficio directo? Piensa que quienes amas quedarán protegidos cuando tú ya no estés.
Dotal. Suponen una doble protección. No solo te servirá para asegurar a tu familia (en caso de que mueras), también te será útil para tu retiro. La empresa de seguros te entregará la suma acordada en el contrato para que puedas disfrutar de tu jubilación.
Educativo. El objetivo de este seguro es que tus hijos tengan a su disposición el dinero necesario para concluir sus estudios.
De Pensiones. Es muy similar al dotal. Al concluir el contrato, la agencia te entregará una cantidad de dinero de forma vitalicia. Si falleces, el dinero pasará a tus beneficiarios.
Salud. Incluye los salarios de médicos y gastos de laboratorio.
Accidentes. La agencia pagará atención médica en caso de que resultes con lesiones. Incluso, dará una compensación a tu familia, si mueres.
Gastos médicos mayores. Te protege ante siniestros o afecciones. Con una póliza de este tipo no tendrás que preocuparte por hospitales o médicos.
De hogar. Puede sacarte de muchos apuros en casos de incendio, desastres naturales o robo. Si rentas, tal vez pienses que no necesitas un seguro de este tipo. Sin embargo, te puede servir para asegurar tus pertenencias.
De auto. La agencia te pagará por daños materiales, robo y daños a terceros. Sobre esto último, tendrás respaldo por gastos médicos y asistencia legal.
>>Si quieres saber más sobre los seguros de auto, te invitamos a leer este artículo.
Para empresas. Protegen a tu negocio ante robo, incendios, desastres de la naturaleza y otros sucesos que podrían poner a en juego tus finanzas. Generalmente los contratan las constructoras y hospitales, pero también son perfectos para:
Responsabilidad civil y riesgos profesionales. Son efectivos, si tu carrera o negocio puede poner en peligro u ocasionar lesiones a terceros. Con una póliza de este tipo puedes evitar o hacer frente a demandas sin poner en riesgo tu cédula o empresa.
Son para personas de ingresos módicos. Por ello, tienen las siguientes características:
Seguros de repatriación. Cubren a los mexicanos que viven en otro país. En caso de que fallezcan, la agencia realiza trámites consulares y de sanidad para trasladar el cuerpo.
Solicita una oferta. Puedes acudir directamente a una agencia de seguros o pedirla por internet. Si lo deseas, también puedes consultar a un agente o corredor. Ellos se encargarán de proteger tus intereses.
>>Si quieres saber cómo encontrar un buen asesor de seguros, te invitamos a leer este artículo.
Datos generales. Te pedirán información sobre lo que quieres asegurar. Esto permitirá que la empresa revise las características de la póliza que te propondrá.
La agencia también pedirá tu información para elaborar la póliza.
No debes, bajo ninguna circunstancia, mentir o engañar a la agencia o agente de seguros. Esto no solo va contra la ley, también podría costarte muy caro, en caso de un siniestro.
El trámite de una póliza se rige bajo el principio de ‘presunción de buena fe’. Se asume que el cliente no busca sacar ventaja de ella.
Por ejemplo, si tienes hijos jóvenes y usan tu coche, al asegurarlo debes informarlo. Si no lo haces y ellos tienen un accidente, la empresa estaría en su derecho de no hacerse responsable.
Es importante que consultes con un corredor o agente para aclarar dudas. Recuerda que una vez que firmes el contrato, estarás vinculado a la empresa durante un periodo definido.
Lo más importante de cualquiera de los tipos de seguros es la póliza, este es el contrato con la agencia. En ella se establece que la agencia se compromete a indemnizarte a ti o a tus beneficiarios.
En ese documento también se especifican datos importantes:
Antes de firmar una póliza debes revisar tres tipos de condiciones:
Esta es la parte más extensa e importante de la documentación. Refleja los principios básicos que establece la agencia para regular todos los contratos similares.
Las condiciones generales explican lo siguiente:
Procura dedicarle suficiente tiempo a la lectura de esta parte de la póliza. No importa si es tu primera contratación o si planeas cambiar de seguro.
Usualmente, las personas buscan el mejor precio. Sin embargo, ten en cuenta que las condiciones de las coberturas varían, a veces por el mismo costo. Conviene que compares antes de firmar.
En esta parte, tu póliza incluye lo más concreto sobre el seguro que buscas contratar. Asimismo, se localizan los datos de las partes que firman la póliza.
Las condiciones particulares recogen características detalladas del bien que buscas proteger. También puedes encontrar el precio del contrato y la domiciliación de los pagos.
En esta parte de tu póliza se especifican las modificaciones de las condiciones generales del seguro. También abarca las coberturas que se aplican a cada usuario.
Las coberturas pueden ser diferentes del resto de seguros similares que ofrece la agencia. En ningún caso podrán ir contra lo que establece la ley.
La empresa te dará documentación adicional muy útil. Por ejemplo, los teléfonos de contacto para atención a clientes o gestión de siniestros.
Las normas de uso de estos servicios, por lo general, se encuentran en archivos adicionales a la póliza.
Una vez que contrates el un seguro debes tener en cuenta algunas cuestiones importantes:
No aceptes cambios en las condiciones de la póliza. La agencia tiene que respetar las coberturas establecidas en el contrato. No permitas que le hagan modificaciones que no te convengan.
Ojo, si la empresa decide realizar variaciones y no estás de acuerdo, puedes rechazarlas y dar de baja tu seguro.
Modificación del riesgo asegurado. Si aseguraste tu casa y le hiciste modificaciones después de contratar la póliza, debes informarlo a la empresa. Lo mismo ocurre con un auto.
Esto permitirá que la agencia actualice tu póliza. Si no lo haces, tendrás problemas a la hora de reclamar un siniestro.
Ojo, cualquier modificación o adiciones deben quedar formalizadas por escrito. Recuerda que los acuerdos verbales no dejan constancia.
Guarda tus recibos de pago. Contar con la documentación de la agencia es muy importante. Además de una copia de la póliza, debes tener los comprobantes de que estás al corriente con tu prima.
Recuerda que un retraso en tus pagos puede ocasionarte problemas para hacer efectivo el seguro.
Sigue las indicaciones de agencia. Ya sea para aclaraciones o comunicar siniestros, procura no pasar por alto las instrucciones de la empresa de seguros. Eso te evitará problemas al cobrar una póliza.
Conoce las bonificaciones. Algunas agencias ofrecen algunos abonos en los seguros de autos. Si no tienes siniestros durante un determinado periodo, podrías recibir un descuento o reembolso.
Además, pueden darte recargos en la prima por declarar un número determinado de siniestros. Esto motiva a algunos conductores a ser más precavidos.
Algunos seguros de vida, por ejemplo, también te ofrecen descuentos por hábitos sanos y tener excelente salud.
Hay varios tipos de seguros que pueden garantizarte seguridad. Si quieres verlo desde el punto de vista financiero, pagar por una protección puede permitirte enfrentar problemas sin afectar tu economía.
Las agencias cuentan con pólizas que pueden adaptarse a tus necesidades. ¿Tienes dudas sobre la importancia de pagar por una prima? Piensa en el dinero que deberás pagar si no cuentas con un producto de estos.
Existen diversos tipos de seguros con coberturas muy atractivas. Sin embargo, te recomendamos acudir a un agente o corredor de seguros que te asesore. Él se encargará de despejar tus dudas, analizar opciones y ayudarte a elegir lo que más te conviene.
Sí. Algunas agencias te ofrecen un plazo para ‘echarte para atrás’, si así lo deseas. De esta manera, puedes rescindir de la póliza recién contratada sin sanciones.
Al contratar una póliza en línea tienes hasta catorce días naturales para cancelar.
En el caso de los seguros de vida, por lo general te ofrecen hasta 30 días para pensarlo con calma. Sin embargo, la condición es que la póliza sea para un periodo mayor a seis meses.
Toma en cuenta estos plazos para que puedas definir si quieres o no contratar un seguro.
Al contratar cualquiera de los tipos de seguros, debes conocer a fondo lo siguiente:
Periodo de aceptación. Por lo general es de quince días. Durante ese tiempo, la agencia analiza si decide o no aprobarte la póliza. Toma en cuenta que la empresa de seguros puede rechazar tu solicitud. Procura tener varias opciones a la mano si te urge contratar.
Carencia de cobertura. Es el periodo en el que tu contrato se formaliza. Es anterior a la fecha en que cuentas con el respaldo del seguro. Durante ese periodo no podrás hacer efectivas tus coberturas.
Periodo de gracia. Las agencias te dan hasta 30 días después del cobro de la prima. En este tiempo estarás cubierto, aunque no hayas pagado.
Es el documento en el que se establecen las normas que regulan las condiciones convenidas entre la agencia y tú. Es un contrato y en él especifica las obligaciones y derechos de ambos.
Recibir este documento es muy importante. Sin embargo, tu seguro sólo entrará en vigor cuando pagues tu primera prima.
Leer este contrato puede ser muy tedioso. Pero debes leerla con cuidado y pedirle a tu agente que te resuelva todas tus dudas.
Puede ocurrir que, como cliente, desconozcas los límites y coberturas solo por no haber puesto atención a este documento.
Antes de firmar una póliza, asegúrate de que cuente con estos datos:
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